A veces nos levantamos hinchadas sin ninguna razón aparente y eso se debe, en la mayoría de las ocasiones, a la retención de líquidos. Esto se traduce en un aumento de peso momentáneo, en presión abdominal y en sensación de malestar.

Este exceso de líquidos, se queda atrapado entre las células, pudiendo mantenerse durante un largo tiempo en la misma posición. Normalmente, se suele acumular en zonas del abdomen, los tobillos, los antebrazos, las piernas y los glúteos.

Para saber cómo eliminar aquellos líquidos que nuestro cuerpo retiene sin que sean necesarios para el organismo, en primer lugar, debemos saber cuáles son las causas por las que lo hace. ¡Vamos a ello!

Causas de la retención de líquidos

Existen diferentes razones por las que las mujeres retienen líquidos pero, la mayoría de ellas, están relacionadas con momentos en los que nuestro cuerpo está experimentando grandes cambios. Momentos como la menstruación, la menopausia o el embarazo, por ejemplo; durante los cuales se producen desequilibrios hormonales que se traducen en una acumulación de agua excesiva.

Otra de las causas puede ser el desarrollo de enfermedades relacionadas con los riñones o con el corazón, que provocan el impedimento de la expulsión de los líquidos. También contribuyen a ello un estilo de vida poco saludable, una mala alimentación o la falta de ejercicio, las cuales no favorecen nada a la eliminación de agua.

El cuerpo de una persona se compone por un 70% de agua, por ello, es de vital importancia que ingiramos, en torno a dos litros de líquido al día, ya que, a través de la piel y la propia respiración, perdemos agua.

Parece contradictorio recomendar la ingesta de agua para combatir la retención de líquidos, pero es necesario mantener el nivel de líquidos que nuestro cuerpo necesita para que este pueda cumplir con las funciones vitales básicas. Entre ellas, el transporte de las sustancias y nutrientes que necesitamos, que la sangre fluya correctamente o que se expulsen diariamente los desechos que el organismo no necesita. Si no mantienes el nivel de agua que tu cuerpo requiere, este pasará al estado de deshidratación.

Consejos para eliminar líquidos

No existe una fórmula secreta para olvidarse de la retención de líquidos, sino que hay diferentes hábitos que debes tener en cuenta en tu día a día, y la combinación de los mismos favorecerá la pérdida de líquidos innecesarios para el cuerpo.

Alimentos que reducen la retención de líquidos

Uno de los consejos que deseamos darte desde Ovodónalos es que cuides tu alimentación. Hay alimentos ricos en potasio que favorecen la expulsión de líquidos y, como ya hemos dicho, beber agua es muy necesario para regular el nivel de líquidos que contiene el cuerpo.

¿Por qué? Porque si el cuerpo sufre deshidratación, tiende a acumular el líquido que consumas para sofocar esa situación de ‘peligro’ en la que se encuentra. Por lo tanto, si le das el agua que necesita para mantenerse bien hidratado, se deshará de aquellos líquidos que no requiera.

También puedes ayudarte con infusiones o tés de sabores que te harán más amena la ingesta de agua y que, a la vez, contienen componentes que ayudan a depurar el cuerpo.

Algunos alimentos que puedes consumir para reducir la retención de líquidos son frutas, hortalizas y verduras. Algunas de las más recomendables son: pepino, melón, piña, fresa, espárrago, alcachofa, cebolla, zanahoria, aguacate…

De igual manera, existen otros alimentos que debes perder de vista, ya que retienen líquidos rápidamente, como el café, la sal, el alcohol, o aquellos con un alto contenido en sodio.

fresas

Ejercicio moderado

Aunque parezca que no tiene nada que ver, realizar ejercicio contribuye a mover el cuerpo, los músculos y los líquidos, favoreciendo la eliminación de estos últimos. Por el contrario, estar sentado durante muchas horas al día puede hacer que el organismo acumule líquidos.

Elimínalos con entrenamientos moderados de resistencia, como montar en bici, hacer elíptica, trotar o caminar. Estos ejercicios activan la circulación y permiten eliminar del organismo un exceso de agua, también a través del sudor.

Drenaje linfático

Los masajes corporales también son una buena opción para mover la zona en la que se acumula el líquido. Existen accesorios como los roller que masajean las diferentes zonas del cuerpo estimulándolas.

Además, realizarse un drenaje linfático puede ser una muy buena decisión, ya que se trata de un masaje específico para reducir el exceso de líquido en el cuerpo mediante la estimulación de determinados tejidos gracias a una técnica especial. Estos tratamientos pueden realizarse hasta cinco veces por semana pero, eso sí, acude siempre a clínicas especializadas que sepan identificar las necesidades de cada persona.

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