Lo que éramos y lo que somos. No solo hemos evolucionado hacia una sociedad menos conservadora, sino que en lo que respecta al vis a vis horizontal cada vez son menos los tabúes que nos acompañan en la cama.

Los juegos eróticos en los que experimentar nuevas sensaciones con un toque de imaginación y la realización de fantasías ocultas no solo pueden aumentar la diversión en la intimidad de pareja, sino mejorar la salud sexual y crear nuevos vínculos de complicidad.

Pactar para disfrutar

Entrar en un Sex Shop y llenarte la cabeza de ideas para hacer con tu pareja puede convertirse en motivo de estrés si no sabes gestionar tu iniciativa y no tienes en cuenta las líneas rojas de tu relación.

Los juegos eróticos en pareja pueden darle a vuestra relación la vidilla que ha ido perdiendo por la rutina y el paso de los años pero, como en cualquier juego, las normas son fundamentales antes de tirarse a la piscina.

Placer pactado, planificado y pausado

Una relación de pareja es un acuerdo tácito de respeto entre dos partes. Lo mismo ocurre con los juegos eróticos.

Dos no van si uno no quiere. Grábatelo a fuego en la mente porque esta norma es la piedra piramidal que marcará la diferencia entre un festival de pasión en la cama y un jaleo de órdago que puede minar gravemente la relación de pareja.

Lo mejor es ir poco a poco y probar lo que os apetece. En lo que respecta a la sexualidad (como todo en la vida) pasar de cero a cien no es una idea brillante.

Sigue la norma de las 4 “P”: placer pactado, planificado y pausado.

La planificación de un encuentro sexual puede resultar excitante. Haz la prueba: no es lo mismo hacer la compra juntos y susurrarle distraídamente a tu pareja lo que te gustaría que te hiciese que anunciarle el nuevo reparto de tareas caseras mientras pides 200 gr de salchichón en la charcutería. No hay color.

Que te guste, que le guste

Tener nuevas ideas y probar cosas nuevas está bien, pero hay que tener cuidado de no dejarse caer en la dependencia de una estimulación sexual para que las relaciones íntimas funcionen.

Por otro lado, si pretendes imponer un tipo de juego erótico en el que tu pareja no se siente cómoda, olvídalo. No solo no va a funcionar sino que empeorará vuestra relación.

Cada pareja debe encontrar sus límites y sus puntos en común, aquello que de verdad dará placer sexual a ambas partes.

8 juegos eróticos para disfrutar en pareja

Por si tienes la imaginación un poco oxidada, hemos hecho un recopilatorio de los mejores juegos eróticos para disfrutar en pareja de una apasionante versión 2.0 de vuestra vida sexual.

King out

Aguántate las ganas y muerde la almohada si quieres, pero aquí solo se permiten besos y caricias. Si llevas un tiempo reclamándole a tu pareja más y mejores preliminares, ¡este es tu juego!

La práctica del King Out solo permite besos y caricias; eso sí, donde quieras y como quieras. Añade una venda en los ojos y tendrás un juego perfecto para alimentar el deseo.

Sexting

Una de las prácticas más habituales entre las parejas actualmente es enviarse mensajes subiditos de tono, fotos muy sugerentes e incluso vídeos eróticos (eso sí, personales, no vale enviar el escote de uno de los ángeles de Victoria’s Secret).

Dale un portazo a la monotonía, seduce a tu pareja con palabras y dale un toque de interés y ganas a vuestros encuentros después de algún mensajito caliente. Eso sí, recuerda borrar todo el contenido para evitar envíos accidentales.

Splosh

Embadúrnate y que te embadurne. Olvida las sábanas y déjate llevar por el placer del gusto y el tacto. Cubre su cuerpo con chocolate, helado, nata, miel o lo que os apetezca.

Dedícale un tiempo a recorrer su cuerpo cubriéndolo con el ingrediente que hayas elegido y pruébalo lentamente en uno de los juegos eróticos más golosos.

¿Planificado o imprevisto?

Toca tirar de agenda y buscar un hueco para una cita sexual. Tal vez una escapada cargada de erotismo a un hotel, un lugar recóndito en medio de la naturaleza o, ¿por qué no? ¡Un dogging!

Los encuentros sexuales en un parque, el baño de un bar, una playa o cualquier lugar público requieren mucha confianza en tu pareja y el morbo de ser pillados aumentará la excitación (o, al menos, los nervios).

Y si lo vuestro no es planificar, qué mejor que un quickie (uno rapidito, que dirían los vecinos ingleses).

Sorprende a tu pareja con un encuentro sexual a salto de mata, sin preparativos, eso sí, con protección si no queremos sustos. No le dejes ni quitarse del todo la ropa. Un aquí te pillo, aquí te mato en toda regla en un probador, las escaleras del edificio o cualquiera de las habitaciones de vuestra casa (la versión para timidillos).

El genio de la lámpara

Anotad en papeles pequeñitos varias fantasías sexuales de cada uno y metedlos en un recipiente. Turnaos en cada encuentro sexual para elegir cada uno un papelito y haced realidad el deseo sexual de vuestra pareja.

Compartir este tipo de secretos mejorará la confianza de la pareja y trabajará el respeto en los encuentros sexuales.

Juego de roles

No hay mayor topicazo que ponerse como una moto fingiendo ser quien no eres. Visita a tu médico o llama al electricista para que te arregle la luz del baño. Simulad que no os conocéis de nada e inventad vuestro propio diálogo. Seguro que los nervios de que te detenga la policía no son exactamente como imaginabas.

Kamasutra

El antiguo texto hinduista está plagado de sugerencias para explorar la sexualidad de la pareja a través de diferentes posturas.

Este manual puede daros pie para practicar distintos juegos eróticos, como utilizar un reloj de arena para marcar el tiempo de cada posición o elegir al azar una postura distinta para practicar en cada uno de vuestros encuentros.

Bondage

Ata a tu pareja con cuerdas, vendas, esposas o lo que tengáis a mano y date el gusto de hacerle lo que quieras (recuerda que hablamos de juegos eróticos)

Un consejo: cuidado con lo que hacéis; entusiasmarse demasiado puede dar lugar a emergencias incómodas.