Pasar más horas juntos y en un mismo espacio durante el confinamiento puede avivar viejas tensiones o despertar nuevos conflictos en tu relación.
Por supuesto, nunca hemos vivido una situación igual a esta. Ni siquiera remotamente parecida. Sin embargo, sí sabemos que una convivencia prolongada con tu pareja sumada a una ausencia de momentos de ocio con otras personas, puede pasarnos factura.
Una manera de afrontar esta situación excepcional es convertirla en una oportunidad para fortalecer tu relación y limar asperezas. Evidentemente, la tarea no es fácil y requerirá del esfuerzo y compromiso de ambos.
Primer paso: aprende a gestionar las discusiones
Discutir con tu pareja es algo normal. Al fin y al cabo, lo más probable es que tengáis puntos de vista diferentes para afrontar vuestro día a día y vuestras rutinas.
El problema es que, durante el confinamiento, no tenéis vuestras vías de escape habituales para daros un respiro (quedar con amigos o compañeros de trabajo, disfrutar de momentos en solitario, hacer escapadas, etc.). Esto puede provocar que, ante la mínima discusión, «salten chispas».
Es importante que aceptes que la situación es extraña y compleja, y que estar nerviosa o estresada es inevitable. Tampoco es raro que experimentes cierto desconcierto ante la incertidumbre de lo desconocido, o que sientas agobio, miedo o tristeza.
Puesto que estas reacciones son comprensibles, debes aceptar que tu pareja también las experimentará. Si eres capaz de ponerte en su lugar, podrás relativizar la situación y reducir la tensión que puedan generar ciertas discusiones.
Otra de las claves para evitar los enfrentamientos durante el confinamiento es buscar actividades para ocupar la jornada. Aunque suene tópico, pasar tiempo en casa o en pareja es una oportunidad para hacer todas aquellas cosas para las que nunca tenías tiempo. Incluso puedes descubrir nuevas aficiones. De hecho, en estas semanas muchas personas han aprendido a cocinar de manera saludable o han tomado contacto con hábitos positivos como el yoga. En el segundo caso, el beneficio es claro: te sentirás más relajada y ayudarás a que tu pareja también esté mejor.
Por otra parte, conviene que ambos reservéis tiempo y espacio para estar solos. Es importante respetar esa intimidad y, si un día tu pareja no está comunicativa y no le apetece hablar, no lo tomes como una ofensa ni intentes forzar la situación. Seguro que encontraréis el momento idóneo para solucionar vuestro problema.
Ideas para rebajar tensiones en el confinamiento
Además de gestionar la cantidad e intensidad de las discusiones, aquí tienes otros consejos para que el confinamiento en pareja sea más fácil.
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Establece rutinas
El distanciamiento social no debe verse como un periodo de vacaciones, sino como una situación excepcional no exenta de obligaciones. Además, muchas personas continúan con sus estudios o teletrabajan, lo que implica adaptarse a nuevos hábitos y rutinas.
Establecer horarios para levantarse, comer o realizar las tareas domésticas, puede aportarnos una sensación de normalidad que será clave a la hora de gestionar nuestras emociones.
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Cuida tu apariencia
Estar encerrados en casa puede hacer que descuidemos nuestra apariencia por una cuestión de comodidad e, incluso, pereza. Sin embargo, cuidarte durante el confinamiento servirá para que te veas mejor, te sientas más segura y mantengas en equilibrio tu salud física y tu estado de ánimo.
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Deja aparcados los temas conflictivos
Casi todas las parejas tienen asuntos complicados que resolver. Puede tratarse de temas laborales, económicos, familiares… Si este es tu caso, el confinamiento quizá no es el mejor momento para ponerlos sobre la mesa, sobre todo si estás susceptible o si se trata de conflictos insalvables a corto plazo.
Sexo durante el confinamiento: ¿es recomendable?
El sexo juega un doble papel en una situación como esta. Está claro que pasar más tiempo en pareja puede propiciar momentos de intimidad sin prisas y con calma, y eso es positivo. Sin embargo, si una pareja arrastra problemas previos, el sexo puede convertirse en un punto de presión fuerte.
En líneas generales, el sexo alivia el estrés, mejora nuestro humor y nos hace sentir mejor. Pero si se convierte en una fuente de conflicto, quizá conviene dejarlo aparcado momentáneamente. Por otra parte, muchas personas también experimentan una disminución de su libido a causa de los nervios y el estrés: no debes preocuparte, se trata de una situación completamente normal.
Tener un detalle con tu pareja o dedicarle cinco minutos para preguntar cómo le va el trabajo o cómo se siente, mejorará vuestra comunicación y os ayudará a rebajar tensiones durante el confinamiento. Si superáis esta situación juntos, vuestra relación saldrá reforzada.