El índice de masa corporal es un indicador de la cantidad de grasa que acumulamos en el cuerpo. Uno de los requisitos para ser donante de óvulos es mantener un IMC entre 18 y 25, el rango que la OMS (Organización Mundial de la Salud) establece como peso saludable.

Septiembre junto con enero son los meses en los que los españoles nos planteamos nuevos proyectos y nuevas metas. Los excesos del verano y las vacaciones nos empiezan a pesar en la báscula y en la cabeza y los gimnasios, y las dietas milagro ganan adeptos.

Sin embargo, la experiencia demuestra que muchos de estos nuevos propósitos no superarán las próximas semanas.

Una de las mayores preocupaciones de nuestras donantes de óvulos tras las vacaciones es perder esos kilitos ganados durante el verano. Mantener el IMC entre 18 y 25 es imprescindible para poder llevar a cabo el procedimiento de donación de óvulos con seguridad, ya que el sobre peso puede conllevar riesgos innecesarios durante el proceso de donación.

Consejos para no comer de más

En Equipo Juana Crespo tenemos la suerte de poder contar con una de las mejores expertas en dietética y nutrición, Anna Galdón. Ella es una de las directoras del centro SoiFit y nos propone una serie de tips para cuidar nuestra salud y mantener un normopeso.

Adios a las falsas creencias. Existen numerosas falsas creencias como tomar agua con limón en ayunas, no beber durante las comidas, no ingerir hidratos de carbono por la noche o que las legumbres engordan. Lo importante es eliminar los alimentos procesados de nuestro día a día y nutrirnos con comida real en las proporciones adecuadas.

No relacionar los refuerzos positivos de tu vida con la comida. Culturalmente tendemos a celebrar las cosas con comida. Ya desde niño si nos portamos bien nos dan chuches. Es muy importante que desvinculemos la sensación de premio con comida y más si es comida basura o poco saludable. Una buena forma de recompensarnos sería permitirnos un capricho material o hacer alguna actividad extra que nos guste como montar a caballo, hacer un pequeño viaje o simplemente ir a ver una peli

Educarnos para comer de forma adecuada y personalizada y compatibilizarlo con la vida laboral y personal que tengamos. Hay que olvidarse del concepto me aprieto el cinturón por una temporada hasta conseguir el peso que deseo y luego me olvido. Hay que incorporar la alimentación saludable en la forma de vivir de cada uno, es la única manera de mantenerse sanos y evitar el efecto rebote.

No consumir alimentos procesados. Los alimentos fabricados además de tener un mayor aporte calórico son nocivos para muchas enfermedades. Si tienes hambre come, pero ingiere un producto natural. Olvídate de las rosquilletas, bollería industrial, palitos de merluza…. Coge siempre alimentos que vengan de la naturaleza, peces, carnes, fruta, verdura, legumbres, hortalizas, frutos secos.

Lo que no quieras comer, no lo compres para casa. Es muy diferente bajar de casa un día a tomar un helado que comprar una caja de helados o de donuts por si un día queremos. Si los tienes en casa, te los comerás.

No tapemos el aspecto emocional y la gestión de nuestro tiempo libre con comida. Nada de estar aburrida en casa o deprimida y ponerse a picotear chuches y guarradas. Eso es un problema de gestión de las emociones o de gestión del tiempo libre, no de hambre. Si esto sucede, la mejor recomendación es salir de casa y quedar con amigos para charlar. Ayudarás a tu cuerpo y a tu mente.

Combínalo con la actividad física. Es importante ejercitar el cuerpo, pero de forma gradual y controlada. Un buen programa de ejercicios dirigidos y controlados nos dan flexibilidad, tono y eso se reflejará también en nuestro aspecto. Además, propicia quedar con amigos para pasear por la playa, ir al trabajo caminando en vez de metro o autobús y subir y bajar las escaleras de casa andando.

Escucha a tu cuerpo

Anna nos comenta que nuestro cuerpo nos habla constantemente pero no le hacemos caso.

Comer cuando se tiene hambre. Hay que comer cuando se tiene sensación de hambre. La afirmación “comer 5 veces al día) es totalmente refutable puesto que cada persona tiene diferentes características. Aunque es mejor comer menos veces que más al día, a cada persona le funciona una situación u otra y mientras sea una ingesta por hambre y de comida saludable, el número de ingestas al día no es tan importante.

Beber cuando se tiene sed. El agua es necesaria para la vida y el correcto funcionamiento del organismo pero no debemos beber de 2 a 3 litros/día por obligación. Nuestro cuerpo está perfectamente diseñado para reclamar sus necesidades, así que salvo excepciones, cuando nuestro organismo necesite hidratarse nos lo hará saber mediante diferentes signos como boca seca o simplemente con despertar nuestras ganas de beber.

La vitalidad. Cuando nos alimentamos bien y cuando hacemos ejercicio tenemos más energía y nos sentimos menos cansados. Incluso se nota en el humor. Además, retrasa el envejecimiento del cuerpo, mejora localidad de vida presente y futura, disminuye el riesgo de patologías y retrasa la disfuncionalidad que llega con el paso de los años.

El aspecto físico. La buena nutrición y el ejercicio físico, se ve por fuera. En la piel, en la figura, en el cabello…. Hay muchas pistas que nos dicen que no nos alimentamos como debemos como piel seca o deshidratada, pies y piernas hinchadas, caída del pelo….

Salud interna: Actualmente las principales causas de muerte, la disminución de la calidad de vida e incluso la dificultad de procrear, son provocadas por el mal estilo de vida que tiene la sociedad (mala alimentación, sedentarismo, estrés, falta de sueño, tabaco, alcohol…). Una vez instaurada la enfermedad es muy difícil (a veces imposible) revertirla, por lo que es más eficaz y económico apelar a la prevención. Y esta prevención depende de nosotros, de ponerse en manos de un especialista que nos guíe hacia la mejora de nuestras rutinas y minimizar así cualquier riesgo que amenace nuestra salud, calidad y esperanza de vida.

Recurrir a un dietista, nutricionista o endocrino

Además de todos estos consejos, en Equipo Juana Crespo, tanto para nuestras donantes como para nuestras pacientes, siempre aconsejamos comenzar un plan personalizado con una nutricionista experta como Anna. Ella conoce perfectamente todos aquellos aspectos nutricionales que pueden influir en la salud reproductiva de una mujer o de un hombre.

Enfermedades como la endometriosis, ovarios poliquísticos, problemas hormonales requieren de un especialista que sepa tratar la enfermedad desde el punto de vista endocrino y deportivo. Aquí os tenéis  la información de su centro.