Encontrar el punto G de la mujer es una de las grandes aventuras de las que nos permite disfrutar el sexo.
Hay ocasiones en las que las relaciones pueden llegar a ser totalmente placenteras para la mujer sin que dicho punto haya sido estimulado. Sin embargo, para otras, es difícil alcanzar el orgasmo sin haber preparado previamente esta parte de nuestra anatomía.
En primer lugar, es necesario saber qué es el punto G. ¿Sabías que su verdadero nombre procede del término “Gräfenberg”?. Como no podía ser de otro modo, el punto G fue difundido o popularizado por una fémina a principios de los años 80.
La doctora Beverly Whipple fue quien, al practicar la masturbación, notó que moviendo los dedos en una zona concreta de su vagina, tenía unas sensaciones diferentes a las ya experimentadas.
Sin embargo, el nombre completo de esta recóndita parte de nuestro cuerpo, procede de su auténtico descubridor: Ernst Gräfenberg. Un ginecólogo que, ya en los años 40, descubrió el poder que escondía este pequeño punto mientras realizaba un estudio de la uretra femenina.
Esta sensible zona se ubica en la pared frontal de la vagina. Un punto localizado a unos cinco centímetros de la entrada que presenta una textura rugosa y fácil de identificar.
Sin duda, es un área erógena y con la que se consigue una excitación total. De hecho, existen trucos para conseguir estimularlos ¿deseas conocer algunos de ellos? ¡Ahí van!
Encontrar el punto G
Lo principal es encontrar la zona en la que se ubica el punto G. Concretamente, está situado detrás del hueso del pubis, debajo de la uretra y, dependiendo de la mujer, se encontrará más al fondo o más cerca de la entrada.
Para localizarlo, hay que introducir el dedo en la vagina unos 4 o 5 centímetros y ubicar la zona rugosa antes mencionada. La mujer debe sentir un endurecimiento de la zona y un deseo parecido al de orinar.
Movimiento acertado
No basta con encontrar la zona en la que se sitúa el punto G. Para conseguir que la mujer experimente verdadero placer también es necesario estimularlo. En esto tiene mucho que ver el movimiento que se realice.
No hay que mantener una presión constante, sino realizar movimientos de forma intermitente curvando ligeramente el dedo o los dedos, poniéndolos en forma de C. Una vez hecho esto, solo habría que desplazar ligeramente las yemas de los dedos arriba y abajo para conseguir el movimiento óptimo.
Las mejores posturas
Para acceder a esta zona existen posturas que la mujer puede probar y, de ese modo, facilitar a su pareja el acceso a esta zona erógena. Lo más importante es que, escojan la postura que escojan, ambos/as estén cómodos/as para poder disfrutar.
Dos de las posturas más recomendadas por los sexólogos es ella boca abajo con las rodillas y las manos apoyadas sobre una superficie o boca arriba con las piernas levantadas.
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No olvidar el clítoris
Estimular el punto G, en ocasiones, no es suficiente. Es necesario tener en cuenta la sensibilidad del clítoris, ya que si no se estimula este, puede que llegar al punto G no sea suficiente para conseguir el orgasmo. ¿Cómo hacerlo? Con la mano o mediante sexo oral.
La mejor opción es comenzar con la estimulación del clítoris hasta que la mujer sienta una gran excitación y luego introducir el dedo en la vagina hasta encontrar la zona en la que se encuentra el punto G. Durante el momento en que se está manteniendo la relación sexual, será más fácil de identificar, ya que esta parte se vuelve más rugosa todavía con la excitación.
Juguetes sexuales
El punto G no solo se puede estimular con los dedos o con el pene, sino también con juguetes sexuales. Estos están diseñados para hacer contacto sobre esa zona al introducirlos y producir placer. Existen juguetes para estimular varias zonas erógenas de la mujer a la vez y, de ese modo, intensificar las sensaciones.
Suavidad
Ejercer presión no significa dejar de lado la suavidad. En el sexo, hay zonas que requieren de un movimiento suave y esta es una de ellas. Presionar fuertemente puede acabar con todo el deseo e, incluso, producir dolor.
Comunicación
La comunicación es la base de toda relación, incluso, de las sexuales. Es importante saber lo que le gusta a tu pareja y cómo le gusta. No todas las personas encuentran el placer de la misma manera ni le producen excitación los mismos juegos.
Disfrutar
Después de todos estos consejos, solo queda disfrutar. La paciencia y la tranquilidad son necesarias para aprender y poder disfrutar ambos/as. La estimulación del punto G es diferente en cada mujer, por ello, es imprescindible que tanto tú como tu pareja estéis relajados/as y experimentéis nuevas sensaciones, disfrutando de ellas, sin obsesionaros por encontrarlo.
El punto G es una de las zonas más erógenas del cuerpo de una mujer. Con estos tips conseguirás encontrarlo y estimularlo, consiguiendo llegar al clímax y experimentar nuevas formas de llegar al orgasmo. Lo más importante es tener confianza y ganas de disfrutar juntos/as, sin olvidar, por supuesto, practicar sexo con seguridad.
Desde Ovodónalos, te recomendamos disfrutar de tu sexualidad pero, para ello, recuerda que tanto tú como tu pareja debéis acudir a revisiones periódicas con el especialista. De ese modo, protegerás tu salud y la de los demás.